Capital Propio: Usar y Aplicar el Dinero propio obtenido de Ahorros principalmente, o de una liquidación como empleado, o de la venta de algún bien personal, o de una indemnización, o de una ganancia ocasional, etc, La ventaja es que iniciada la empresa con sus propios recursos al final del periodo no cargará con obligaciones crediticias permitiendole concentrarse en su fortalecimiento y desarrollo empresarial. Una limitante de esta opción es que pueda resultar insuficiente para las exigencias demandadas en el montaje de la empresa con lo cual deberá combinar esta alternativa con otra fuente de financiación externa.
Capital Externo: Bancos comerciales, Cooperativas de Ahorro y crédito, fundaciones con oferta crediticia, Organismos de cooperación Internacional, Cajas de compensación, Entidades locales públicas o privadas conocidas, Etc. Aquí se hace necesario seleccionar adecuadamente la entidad más conveniente, de acuerdo al costo del capital, al tiempo de devolución del crédito, a las exigencias de requisitos, al tiempo de respuesta, a las condiciones pactadas, entre otras variables a valorar.
Otras formas de financiación: Acciones, Donaciones, Leasing, Factoring, Renting, Fiducia, Fondos de capital de riesgo, private equity, Ángeles inversionistas, etc.
Lo importante en dado caso de tomar una opción cualquiera diferente al capital propio, es estar completamente seguro de no tener suficiente dinero para montar su propia empresa, y saber realmente cuanto y para qué va a necesitar de un financiamiento externo. En este caso se apreciará la ventaja de contar con un correcto plan de negocio.
También es muy importante, cualquiera haya sido el financiamiento externo, planificar correctamente su flujo de caja o presupuesto, para abonar oportunamente sus cuotas de crédito y lograr pagar a tiempo sus saldos con la entidad crediticia, puesto que esto le generará confianza frente a ella y le abrirá las puertas a futuras solicitudes, inclusive por montos mayores.
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